3 lecciones cruciales para centros de datos en un mundo con escasez de agua
Este es un día razonablemente típico para muchos de nosotros en 2019:
Nos despertamos y miramos el teléfono para conocer las noticias y leer mensajes. Durante el desayuno, preguntamos a la bocina inteligente sobre el clima y escuchamos la radio. Al conducir al trabajo, usamos la aplicación de navegación y escuchamos un podcast. Durante el día de trabajo, usamos el email, guardamos archivos en la nube y hacemos videoconferencias con colegas de todo el mundo. Reproducimos música mientras trabajamos y miramos las cuentas de las redes sociales un par de veces. De regreso en casa por la noche, chateamos por video con nuestros hijos que están en la universidad. Luego reproducimos un video, porque ¿quién tiene televisión por cable en la actualidad? Antes de dormir, leemos un libro en el lector de libros electrónicos.
Puede usar algunos o todos estos servicios en su vida. El punto es: en 2019, usamos datos durante todo el día. Esos datos son procesados por los centros de datos, los edificios llenos de servidores regados por todo el mundo en grandes cantidades que mantienen Internet en funcionamiento. Esos servidores producen calor, por eso los centros de datos deben ser refrigerados. La mayoría usa agua para eso. Por lo general, se necesitan alrededor de ocho millones de galones al año para solo un centro de datos. Y ahí es donde todo se pone en marcha.
Verá, el agua no es tan económica ni abundante como cree. De hecho, la escasez de agua es cada vez más habitual en muchas partes del mundo. Y no es solo California o Texas, o Mumbai, Pekín y San Pablo. Al igual que el aumento actual del tráfico de datos, la escasez de agua ocurre en regiones de todo el mundo. Y debido a la latencia (el tiempo que demoran los datos que solicitó en llegar hasta usted), no puede simplemente construir todos los centros de datos en lugares que no se ven afectados. Deben estar cerca de los usuarios. Conclusión: los centros de datos no pueden ignorar los riesgos relacionados con el agua.
En Ecolab, hemos ayudado a los centros de datos a desarrollar prácticas de gestión del agua inteligentes durante un tiempo. Y aquí le mostramos algunas lecciones que aprendimos:
- La escasez del agua es un riesgo para una empresa: en general, el agua es barata en la actualidad. Pero se puede volver más cara a medida que aumente su escasez. Además, la escasez del agua también puede significar que simplemente no hay suficiente agua para hacer funcionar un centro de datos, y por eso los usuarios pueden sufrir cortes. Los gobiernos pueden aumentar las tarifas y endurecer las regulaciones. Y las comunidades cercanas pueden comenzar a quejarse acerca de los centros de datos que acaparan toda el agua, lo que puede producir un daño en la reputación.
- Ubicación, ubicación, ubicación: para hacer algo por el riesgo relacionado con el agua, tiene que saber qué es. Es diferente en cada lugar, según los factores como la disponibilidad del agua, los patrones climáticos que predominan y las condiciones del suelo. Water Risk Monetizer de Ecolab, una herramienta en línea gratis y disponible para el público, le ayuda a determinar el riesgo relacionado con el agua en su ubicación al ingresar un valor en dólares. (Puede ver el ejemplo de un centro de datos real aquí). El Smart Water Navigator de Ecolab, otra herramienta pública y gratis, le ayuda a enfrentar el riesgo relacionado con el agua al ofrecer un programa de medidas personalizado y basado en la ubicación para cada centro.
- Se necesitan datos para proteger los datos: ¿qué medidas prácticas puede adoptar un centro de datos para administrar los riesgos relacionados con el agua? Reducir el consumo de agua al mejorar la eficiencia del sistema de enfriamiento es una. Reutilizar y reciclar el agua, que reduce la dependencia del agua externa, es otra. Para muchas ubicaciones, incluso es una buena idea tener un suministro de agua de respaldo en el lugar, en caso de que haya interrupciones. Lo que estas cosas tienen en común es que funcionan mejor con medidores de agua inteligentes, como la™ tecnología3D TRASAR de Ecolab, que monitorea continuamente los químicos que se agregan al agua y permite correcciones en tiempo real para evitar problemas como las incrustaciones, la acumulación de sustancias biológicas y la corrosión. Los sensores están conectados a través de la Internet de las cosas, que nos permite distinguir las tendencias utilizando análisis de datos de avanzada y predecir los problemas antes de que ocurran.
Estas lecciones son fundamentales, ya que el mundo consumirá más datos y no menos. Hay cada vez más dispositivos inteligentes para el hogar, desde timbres conectados hasta bombillas de luz y todo lo que pueda imaginarse. En muchas partes del mundo, la adopción de los smartphones no está ni cerca de terminarse. Y mientras tanto, los operadores de telecomunicaciones están creando redes 5G superrápidas que generarán un mayor uso y creación de datos.
Por eso es que tenemos que hacer bien esto. Nuestras vidas digitales dependen de ello, sin mencionar ese recurso aún más vital: el agua.
Puede encontrar más información en "La escasez del agua puede poner su centro de datos en riesgo", un informe del Vicepresidente Corporativo de Sustentabilidad de Ecolab, Emilio Tenuta, para Uptime Institute.